martes, 5 de octubre de 2010

La crisis de 1930

Grupo 1: La crisis de 1930

1. ¿Qué medidas tomó el gobierno de facto con respecto a la crisis?

En primer lugar, reabrió la Caja de Conversión, por lo que se deterioró el peso, y lo devaluó. En segundo lugar, decidió seguir pagando la deuda ex¬terna —en un momento en que se debería haber pen¬sado en el propio país— y para ello rebajó los sueldos de los empleados públicos.
En tercer lugar, trató de proteger las ganancias de los empresarios productores. Era una situación difícil, por¬que nosotros no fijábamos los precios de los produc¬tos que comprábamos y vendíamos, sino que se fijaban en el extranjero. Los países "del primer mundo" au¬mentaron los precios de los artículos industriales -que ellos vendían- y bajaron los precios de las materias pri¬mas -que nos compraban a nosotros- pero, además, por la recesión, disminuyeron la cantidad global de compras que nos hacían.
Se habían acumulado muchas mercaderías en nuestro país que no se podían vender; la consecuencia de esto debía ser la baja de los precios de los mismos, y la me¬nor ganancia o la pérdida de dinero por los empresarios. El gobierno formó Juntas Reguladoras de los distintos productos, para limitar la producción, controlar la comercialización y eliminar el excedente de las cosechas. Para poder hacerlo, pusieron un impuesto especial a la venta de esos productos, con lo que el consumidor es¬taba obligado a pagar la parte que se destruía. Es decir, en un momento en que había muchísima gente desocu¬pada, sin pan y sin trabajo, se estaba subsidiando a les empresarios para que no tuvieran perdidas, destruyen¬do el alimento que les faltaba a los más pobres. Se tiró vino en las acequias, se quemó trigo y maíz en las cal¬deras de los ferrocarriles o de las fábricas, se arrancaron hectáreas de viñedos para que no hubiera superproduc¬ción, provocando la desertización de algunas regiones.

2. La industrialización
Una de las consecuencias positivas de esta política fue la industrialización por sustitución de importaciones. No fue algo planificado, pero como no había divisas para importar, y los precios de las ma¬nufacturas extranjeras habían aumentado mientras que nuestras materias primas habían des¬cendido en su rentabilidad, la industria comenzó a ser una inversión rentable. Las industrias surgieron alrededor de las grandes ciudades, donde comenzaron a asentarse precariamente pobladores que venían por la crisis del interior a buscar trabajo.
Además de la derivación de capitales nacionales del agro a la industria, vinieron capitales ex¬tranjeros. Éstos dominaron en forma casi monopólica la industrialización del país: frigoríficos, usinas eléctricas, compañías de gas, cemento, armado de automotores, elaboración de artícu¬los cíe caucho, seda artificial, tabaco, petróleo, conductores eléctricos, radiotelefonía, farma¬céutica, galvanización de chapas de hierro, ascensores, etcétera. Federico Pinedo, ministro de Hacienda, admitió que era abogado o asesor de todas las grandes empresas del país, defen¬diendo sus intereses.

Glosario:

Devaluación significa que baja el valor de una moneda con respecto a las de¬más. Beneficia a los exportadores, por¬que se abaratan sus costos en moneda nacional, y reciben proporcionalmente más pesos por sus exportaciones. Obsta¬culiza las importaciones, porque cuestan más pesos los productos importados. Y perjudica al pueblo en general, porque su sueldo vale menos, y baja el nivel de vida de la población.
Recesión es el retroceso en la situación económica de un país, por medio de la cual baja la producción y aumenta el de¬sempleo.
El veto es la atribución que tiene el presi¬dente, en nuestro país, para impedir que se promulgue una ley que no cuente con los dos tercios de ambas cámaras. El tipo de veto aplicado por Uriburu era inconsti¬tucional.
Fascista es el nombre del partido fundado por Mussolini. que impero en Italia entre 1922 y 1945. Por extensión, designa a un tipo de ideología autoritaria, y se aplica a los gobiernos de otros países como el de Alema¬nia {nazismo}. También existieron movimien¬tos de ese Upo en muy diferentes lugares: Bélgica, Gran Bretaña, Rumania. Muchos utilizan el término "fascista" en forma poco exacta, para designar a casi cualquier régi¬men represivo.
Sus objetivos fueron la destrucción de los partidos de izquierda (comunista, socialis¬ta}; evitar la independencia del movimiento obrero, sometiendo su voluntad a la del Es¬tado; el enardecimiento del sentimiento na¬cionalista, tendiente a la expansión de la propia nación sobre otras. Eran, como los liberales, defensores del ca¬pitalismo, pero no confiaban como ellos en la democracia, porque ésta le podía dar el triunfo a las ideas socialistas, enemigas del capitalismo. Su base social estaba en las clases medias, y contaban con el apoyo y la movilización de grandes masas de pobla¬ción. Para lograrlo utilizaban recursos dema¬gógicos: hacer escuchar al pueblo lo que és¬te deseaba oír, explotando la credulidad po¬pular para servir a sus propios fines. No per¬mitían la libertad de expresión, ya sea políti¬ca, social, gremial o cultural. La "voluntad de la nación" no estaba encarnada en la su¬ma de voluntades individuales a través del voto, sino en las voluntades de las distintas corporaciones (ejército, empresas, gremios, etc.) o, mejor aún, en la voluntad del líder, hacia quien se fomentó un culto desmesura¬do. En aras de imponer esa "voluntad de la nación" estaba permitido el uso de la violen¬cia y de todo tipo de coerción.
El fascismo aparece en América Latina alre¬dedor de 1930, debido a la atracción que sig¬nificó para el pensamiento autoritario el éxito que estos movimientos estaban teniendo en Europa. Al cuestionar el fascismo al sistema de ideas liberales, pensadores progresistas (como por ejemplo los que estaban agrupados en FORJA) llegaron a respaldar en algún mo¬mento sus postulados porque en nuestro con¬tinente el liberalismo justificaba al imperialis¬mo, o a la dominación de la política por un pequeño grupo oligárquico. Con la derrota del fascismo en Europa en 1945, los movimien¬tos fascistas comenzaron a perder fuerza.

Fuente: Alonso Maria y Otros., “Historia Argentina del Siglo XX”, Aíque, 1997.

1 comentario: