Fuente: El Nacional, 14 de abril de 1890
“¿Qué hacen estos sabios economistas? Muy sabios en la economía privada para enriquecerse ellos; en cuanto a las finanzas públicas, ya veis la desastrosa situación a la que nos han traído. Es inútil, no nos salvaremos con proyectos, ni con cambios de ministros; y expresándome con una frase vulgar, ‘esto no tiene vuelta’...”
“No hay, no puede haber buenas finanzas donde no hay buena política. Buena política quiere decir respeto a los derechos; buena política quiere decir aplicación recta y correcta de las rentas públicas; buena política quiere decir protección a las industrias útiles y no especulación aventurera para que ganen los parásitos del poder; buena política quiere decir exclusión de favoritos y de emisiones clandestinas. Pero para hacer esta buena política se necesita grandes móviles; se necesita buena fe, honradez, buenos ideales; se necesita, en una palabra, patriotismo. Pero con patriotismo se puede salir con la frente altiva, con la estimación de los conciudadanos, con la conciencia pura, limpia y tranquila, pero también con los bolsillos livianos... Y con patriotismo no se puede tener ‘troncos de rusos a pares’, palcos en todos los teatros y frontones, no se puede andar en continuos festines y banquetes, no se puede regalar diademas de brillantes a las damas en cuyos senos fementidos gastan la vida y la fuerza que debieran utilizar en bien de la patria o de la propia familia.”
Fuente: www.elhistoriador.com.ar
El conocimiento es el producto de la acción intencionada del sujeto por saber más de los objetos que lo rodean y de los hechos y situaciones de su entorno. Conocer, es una facultad del ser humano; desde su origen etimológico, cognocere refiere al uso del intelecto para aprehender las características y estructura de los objetos de conocimiento. En resumen, la acción de conocer es una intención del sujeto para dirigir su interés hacia un objeto o hecho determinado
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