sábado, 15 de mayo de 2010

Justo José de Urquiza por Gay, Casse y Devetter

Trabajo practico de Historia
Profesor: Ramón Cieri
Tema: Justo José de Urquiza
Materia: Historia
Colegio: San Vicente de Paúl
Curso: 1° “A”
Integrantes: Casse Paola
Devetter Belén
Gay Macarena

Introducción
Político y militar entrerriano y vencedor de Rosas en la batalla de caseros, librada el 3 de febrero de 1852. Entre 1854 y 1860 fue el primer presidente constitucional de la Argentina, Su posición contra el poder político de Buenos Aires lo enfrento varias veces con Mitre, Murió asesinado en el Palacio San José. Terminadas las campañas de 1846 y 1847, Urquiza volvió a ocuparse personalmente de las tareas de gobierno que había confiado en su ausencia a Antonio Crespo su gobernador delegado. Se dedicó sobre todo a promover la educación popular. Para 1848 ya había escuelas públicas en todos los distritos de la Provincia.

Justo José de Urquiza
Justo José de Urquiza nació el 18 de Octubre de 1801. Fue educado en el Colegio de San Carlos en Buenos Aires, donde se graduó en 1816. Pronto adquirió experiencia política y administrativa. En 1818 fue empleado del puerto de Buenos Aires; luego de regresar a Entre Ríos en Junio de 1819 trabajó como agente administrativo. Las relaciones de su familia con el dictador Francisco Ramírez permitieron a Urquiza entrar en la política. Estuvo activo en la política de su provincia por muchos años antes de ir a Buenos Aires como representante de Pascual Echagüe, Gobernador de Entre Ríos. Como Gobernador se convirtió en una fuerza hegemónica suprimiendo las fuerzas militares dentro de la provincia. Luego procedió a romper con el poder militar del Gobernador de Corrientes. Además trajo orden a su provincia a través de reformas fiscales y administrativas en el gobierno de la provincia y reformas educativas en las escuelas. Usando a Entre Ríos como una poderosa base y formando alianzas con otras provincias, Urquiza fue en contra de Rosas, enfrentándolo en Febrero de 1852 en la batalla de Monte Caseros.

Hacendado, político, militar
Desde 1828 en adelante fue comandante militar y civil de Concepción del Uruguay. Dos años más tarde apoyó la invasión a su provincia del general unitario Juan Lavalle y de Ricardo López Jordán (padre). Tras el fracaso de esa invasión, apoyó otra en 1831 que, al fracasar también, lo obligó a refugiarse en Santa Fe.
Al año siguiente acompañó a Pascual Echagüe en la campaña militar que llevaría a éste a la gobernación de Entre Ríos. Bajo su gobierno, Entre Ríos conoció un período de paz, reforzado por la influencia pacificadora del gobernador porteño Juan Manuel de Rosas. El 15 de diciembre de 1841, la legislatura eligió gobernador a Justo José de Urquiza. No dejaría el poder en la provincia hasta su muerte, casi treinta años más tarde. Fue gobernador durante 18 años, a lo que hay que sumar seis años de federalización de la provincia bajo su propia presidencia, y cuatro de un empleado suyo. En total, 28 años; más que Rosas en Buenos Aires. Luego de dejar la presidencia en 1860 fue General del ejército y continuó como Gobernador de Entre Ríos. En 1861 nuevamente la guerra rompió las relaciones entre Buenos Aires y las provincias terminando en el triunfo de Buenos Aires, en la Batalla de Pavón.

Primera gestión de gobierno en Entre Ríos (1841)
Eran épocas duras, de guerras civiles entre los unitarios de Paz, aliados a los orientales de Fructuoso Rivera y los federales de Rosas socios del caudillo oriental Manuel Oribe. Urquiza se unió al bando federal participando en numerosas batallas. Persiguió a Rivera durante casi dos años hasta derrotarlo definitivamente en 1845 en India Muerta. Quedaba José María Paz, el genial estratega unitario, que se había adueñado de la provincia de Corrientes y dirigía las operaciones comandadas por el gobernador correntino Joaquín Madariaga. Urquiza organizó una rápida campaña y Madariaga fue derrotado en Laguna Limpia. El vencedor decidió no atacar a Paz que se encontraba en un lugar de muy difícil acceso y le propuso un pacto a Madariaga. Los dos gobernadores se reunieron en Alcaraz, Entre Ríos, en agosto de 1846 y firmaron los Tratados de Alcaraz, donde reiteraban la vigencia del Pacto Federal de 1831.

Pronunciamiento de 1851
El 1º de mayo de 1851 Urquiza se pronunció en franca rebeldía contra el dictador en la localidad entrerriana de Concepción del Uruguay, aceptando la renuncia que Rosas ofrecían del cargo de encargado de las relaciones exteriores.
Este histórico "pronunciamiento" fue completado con un decreto de Urquiza que suprimía el lema rosista "¡Mueran los Salvajes Unitarios!" y lo reemplazaba por el lema "¡Viva la Confederación Argentina! ¡Mueran los enemigos de la organización nacional!". Este cambio de lemas estaba justificado para Urquiza, quien desafiando el orden rosista decía que:"¡Viva la Confederación Argentina! ¡Mueran los Salvajes Unitarios.
A su vez, y como era de esperarse, el gobierno de Corrientes apoyó el pronunciamiento de Urquiza en mayo de 1851, aceptando la renuncia de Rosas al manejo de las relaciones exteriores de la Confederación Argentina. Por los artículos 1º y 2º del "pronunciamiento" del gobernador correntino Benjamín Virasoro, éste admitía "la renuncia del Excmo. Sr. Gobernador y Capitán General de la Provincia de Buenos Aires, brigadier D. Juan Manuel de Rosas, de la dirección de las Relaciones Exteriores y asuntos de Paz y Guerra de la República" y declaraba enfáticamente: "Quedan sin valor ni efecto las facultades que se le confirieron en representación de esta Provincia: por consecuencia ella las reasume nuevamente como inherentes a los Estados que forman la Confederación Argentina"

Relación con Rosas
Juan Manuel de Rosas fue un político argentino, gobernador de Buenos Aires en los períodos 1829-1832 y 1835-1852. Amado por sus seguidores, y temido y odiado por sus opositores, quienes lo llamaron tirano y dictador. Lo cierto es que estuvo en el poder por más de 20 años, con facultades extraordinarias otorgadas por la legislatura provincial, tratando de ordenar el país contra la anarquía política.
§ Desde el principio declaró enemigo al partido unitario, y utilizó la famosa divisa: "El que no está conmigo, está contra mí" para atacarlos
§ Su gobierno era centralista, respetuoso de los señores feudales siempre y cuando estos le estuviesen sometidos
§ Todos los opositores se debieron exiliar, en general a Uruguay, o eran juzgados aquí. La gente se retractaba, se cuidaba de cualquier motivo de sospecha, como hablar, pasear, escribir, etcétera. La simple sospecha de complicidad con un unitario bastaba para ser ejecutado
§ defendió enérgicamente la soberanía nacional ante las pretensiones extranjeras de disponer libre tránsito en ríos nacionales, y nunca dejó de reclamar la devolución de las islas Malvinas por parte de Inglaterra.
§ Tuvo una política centralista y sus intereses se identificaron con los de Buenos Aires. Lo favorecía el puerto único, y el 18 de diciembre de 1835 estableció la ley de Aduanas, por la cual se protegían los productos e industrias de las provincias impidiendo la penetración de productos extranjeros que compitieran con los del país,
§ A mediados de 1845 las fuerzas navales británicas y francesas se propusieron remontar el río Paraná, para poner en práctica el objetivo de la libre navegación de los ríos interiores. Rosas no estaba dispuesto a permitirlo y preparó la defensa, que resultó heroica.
Urquiza, que hasta ese momento era uno de los aliados de Rosas, decidió iniciar una rebelión con el motivo de organizar al país. El 1 de mayo de 1851 inició el levantamiento; y 24 días después señaló su programa constitucional.
Corrientes se adhirió al movimiento y contó con el apoyo militar de Uruguay y Brasil. El 21 de noviembre se firmó un acuerdo más amplio entre el imperio del Brasil, Uruguay, Entre Ríos y Corrientes para eliminar a Rosas.
El 3 de febrero de 1852 Urquiza derrotó al gigante Rosas en la batalla de Caseros. El caudillo criollo escapó ileso de la batalla y unos días después del país.
Ésta batalla marcó un momento decisivo en el país, e inició una nueva etapa. Rosas pasó el resto de su vida en el exilio y murió en Southampton (Hampshire, Gran Bretaña).

Conclusión
Justo José de Urquiza, dejó un gran legado, no solamente a los entrerrianos sino a los argentinos, porque dentro de su gobierno se promulgó la primera Constitución. También fundó escuelas (entre ella el Colegio del Uruguay Justo José de Urquiza) e incentivó el comercio exterior.

Bibliografía
http://es.wikipedia.org/wiki/Justo_Jos%C3%A9_de_Urquiza#Origen

http://www.historiadelpais.com.ar/urquiza.htm

http://www.argentina-rree.com/4/4-050.htm

http://www.elhistoriador.com.ar/biografias/u/urquiza.php

Juan Manuel de Rosas por Boujón, Dodera y Germanier

Trabajo practico de Historia
Tema: Juan Manuel de Rosas
Colegio: San Vicente
Curso: 1 Polimodal “B”
Profesor: Cieri Ramón
Alumnos: Boujon Camila
Dodera Ailen
Germanier Marlene
Año: 2010

Rosas y sus Orígenes
Juan Manuel Ortiz de Rosas nace en Buenos Aires en la calle Cuyo (actual Sarmiento), número antiguo 94. Su padre León Ortiz de Rozas Capitán del Regimiento Fijo de Buenos Aires, su madre Agustina López de Osornio componen una familia de hacendados.
Doña Agustina López de Osornio era hija de don Clemente López de Osornio y de doña Manuela Rubio, ambos de origen colonial. Los López de Osornio habían venido al Río de la Plata directamente de España y eran de cuna noble.
Doña Agustina tenía como lujo la pulcritud del mantel y la limpieza de los cubiertos, y cuidaba a don León con esmero. Otros de los rasgos característicos de ella, según Mansilla, era "que todos los viernes hacía enganchar el coche grande, guiado por un alto cochero mulato, excelente hombre, llamado Francisco, para irse por los suburbios a distribuir limosna entre los menesterosos reales y traerse a casa, donde había una sala hospital,
Cuando murió don León Ortiz de Rozas, en agosto de 1839, doña Agustina hacia ya años que estaba tullida, inmovilizada; pero lo mismo se ocupaba de su casa, de sus parientes, de sus intereses, "y siempre constante haciendo obras de caridad y amparando a cuantos podía, a los perseguidos con o sin razón por sus opiniones políticas".
Se cuenta que consiguió de su hijo Juan Manuel la libertad del médico Almeyra, luego de un largo entredicho que acabó cuando el dictador fue a pedir perdón de rodillas a su madre.
Al quedar huérfanos varios de sus nietos (hijos de Manuela Ortiz de Rozas y del médico norteamericano Franklin Bond: Enriqueta, Franklin, Carolina y Enrique Bond Rozas), doña Agustina se convirtió en su tutora y curadora, y cuando hizo testamento lo redactó favoreciendo más a esos nietos que a sus propios hijos, que eran gente pudiente.

En 1820 concluyó la etapa del Directorio con la renuncia de José Rondeau a consecuencia de la Batalla de Cepeda. Fue en esa época que Rosas comenzó a involucrarse en la política, al contribuir a rechazar la invasión del caudillo Estanislao López al frente de sus “Colorados del Monte”. Participó en la victoria de Dorrego en Pavón, pero junto a su amigo Martín Rodríguez se negó a continuar la invasión hacia Santa Fe, donde Dorrego fue derrotado completamente en la Batalla de Gamonal.
Con apoyo de Rosas y otros estancieros, fue electo gobernador su colega Martín Rodríguez. El 1ro de octubre estalló una revolución, dirigida por el coronel Manuel Pagola, que ocupó el centro de la ciudad

Pacto federal
El Pacto Federal fue un tratado suscripto en la ciudad argentina de Santa Fe el 4 de enero de 1831 por las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe, en el que se constituía una alianza ofensiva y defensiva entre las provincias federales para hacer frente a la recientemente formada Liga Unitaria. Posteriormente adhirió al pacto la provincia de Corrientes, incorporando su diputado el 19 de agosto de 1831.
Proyectos del tratado
Se decidió confiar a Rosas y a Ferré la redacción de un proyecto de tratado. El diputado correntino planteó tres puntos:
Que debía permanecer la representación de las provincias ligadas, hasta tanto se organizase la nación, con atribuciones determinadas
Que esa misma representación debía hacer lo imposible para conseguir la organización general del país
Que la misma representación arreglase el comercio extranjero y la navegación de los ríos
Rosas y Patrón se opuso a estas ideas, alegando no poseer las facultades para tratar esas cuestiones, por lo que el 24 de julio el diputado por Buenos Aires presentó su proyecto de tratado. En un memorándum explicativo señalaba que era cierto que los habitantes de las demás provincias debían pagar, en la aduana de Buenos Aires el precio de lo que consumían y además los derechos de exportación de productos. Pero alegaba que Buenos Aires afrontaba la deuda nacional, velaba por la seguridad en las costas y vigilancia del río, mantenía agentes y cónsules en países extranjeros, atendía las relaciones exteriores y respondía a los perjuicios causados por los corsarios de la república. Ferré le contestó con otro memorándum donde criticaba la libre importación de productos y la exclusividad del puerto de Buenos Aires, bases del comercio de esa época. Proponía la habilitación de otros puertos, entre ellos el de Santa Fe, la prohibición de la importación de algunos productos y que los ingresos de la aduana beneficiasen a todas las provincias.
En su proyecto Ferré proponía que la comisión de diputados de todas las provincias tuviera a su cargo las tareas de hacer la paz y declarar la guerra, organizar los ejércitos, decidir la utilización de los fondos para sostener a éstos e invitar a todas las provincias a un congreso general que las organizara y declarara una constitución. Hasta que llegara ese momento, la comisión atendería el comercio exterior, regularía la navegación de los ríos Paraná y Uruguay y promovería el desarrollo industrial. Rosas y Patrón permaneció inflexible y Ferré optó por retirarse de las negociaciones.
Rosas envió instrucciones a Rosas y Patrón para que aceptara la constitución de una comisión compuesta por un diputado por cada una de las provincias litorales. El gobernador santafesino Estanislao López comunicó a sus colegas de Entre Ríos y Corrientes que nombraran sus representantes para continuar con la labor. Finalmente los representantes de Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos lograron ponerse de acuerdo y firmaron el 4 de enero de 1831 el Pacto Federal. Corrientes se adhirió al tratado más tarde, incorporando su diputado el 19 de agosto de 1831 a la comisión representativa de los gobiernos de las provincias litorales creada por el pacto y establecida en la ciudad de Santa Fe.
A su vez, el Pacto Federal funcionó en los hechos como Constitución de Argentina hasta la sanción de la Constitución Nacional en 1853. Si bien estaba planeada la formación de un Congreso Constituyente, la iniciativa se fue postergando por la negativa de Juan Manuel de Rosas, hombre fuerte del Pacto, gobernador de Buenos Aires y representante de Relaciones Exteriores de la entonces Confederación Argentina. No fue sino hasta su derrocamiento en 1852 a manos del Ejército Grande de Justo José de Urquiza que se convocó al Congreso General Constituyente que reafirmó la forma de gobierno "republicana, representativa y federal".


Su acción como hacendado, político y militar
Primer gobierno:
Durante el primer gobierno de Rosas, el país no estaba organizado como una nación, sino que las provincias se habían enfrentado firmando por un lado la Liga Unitaria (Córdoba, Santiago del Estero, Catamarca, La Rioja, San Juan, San Luis, Tucumán, Salta y Mendoza) y por el otro lado el Pacto Federal (Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes).

El 6 de diciembre de 1829 la legislatura eligió a Rosas gobernador y le otorgaron facultades extraordinarias. Si ya gobernaba de afuera, ¿cómo no iba a hacerlo ahora que estaba en el poder?

Desde el principio declaró enemigo al partido unitario, y utilizó la famosa divisa: "El que no está conmigo, está contra mí" para atacarlos. Por lo que puso a su favor a los burgueses, conservadores y reaccionarios, a los católicos, a los gauchos descontentos, a los indios, a la plebe urbana y a parte de la población rural. Rosas apareció como un restaurador, debido a la actitud de desprecio, de violación de derechos que habían dado los anteriores gobiernos. En su contra aparecieron los unitarios, los jóvenes ilustrados, los liberales, los militares y viejos patricios de la revolución.

Su gobierno era centralista, respetuoso de los señores feudales siempre y cuando estos le estuviesen sometidos. Tenía un criterio proteccionista antieuropeo, de un nacionalismo estrecho, y reacio a los cambios y a lo extranjero. Su primera medida en el gobierno, de hecho, fue suprimir la libertad de prensa y adueñarse de ella. Sin embargo este primer periodo fue solo una imagen de lo que sería el segundo término, ya que aquí Rosas no tenía experiencia verdadera en la política.

Así es que en 1832 Rosas impide que la Comisión Representativa convoque a un congreso general para organizar la república. La idea de Rosas era que el país no estaba en condiciones de entrar en una organización general; debía mantenerse la unión de las provincias sólo con el Pacto Federal. "Debemos existir y después organizarnos", era su argumento.

Segundo Gobierno:
El 7 de marzo de 1835 la Legislatura, confirió el gobierno a Rosas por cinco años con la suma del poder publico, sin mas restricciones que conservar y proteger la religión católica, y sostener y defender "la causa nacional de la Federación". El nombramiento fue confirmado por un plebiscito que dio 9720 votos a favor y 8 en contra. Se le depositó la suma del poder público de la provincia; Pero ¿Cómo llegó Rosas a tener todo este apoyo? Debemos por ende analizar el período 1832-1835, tiempo en que Rosas no gobernó.

Primero Rosas no aceptó en 1832 la reelección sin los poderes extraordinarios. Y a partir de allí se lo eligió varias veces para que vuelva al poder, pero en todas se negó debido a que no le otorgaban los poderes especiales; él deja el gobierno para trabajar desde afuera y dificultar al gobierno muy astutamente. Segundo, la policía, el ejército, la prensa y las masas estaban a su merced. Tras formar su propio Partido Restaurador Apostólico, y con el apoyo de la Sociedad Popular Restauradora, conocida como 'La Mazorca', que aterrorizó a sus adversarios unitarios, Rosas formó alianzas con los líderes de las demás provincias argentinas, logrando el control del comercio y de los asuntos exteriores de la Confederación. Un hecho más que decisivo fue la revolución de los restauradores del 11 de octubre de 1833: El gobernador Balcarce ordenó que se diera a lugar un juicio al periódico El Restaurador de las leyes, por lo que se empapeló Buenos Aires con carteles que anunciaban el proceso al "Restaurador de las leyes". Y la gente de los suburbios pensó que el juicio era a Rosas, ya que también se lo conocía con ese nombre. Y al iniciarse la audiencia se produjo un enorme alboroto que terminó con el sitio de la ciudad por parte del general Pinedo, adherido a la protesta. Y el ejército del gobierno se encontraba con Rosas en el sur en la campaña "exterminadora" del desierto.

Balcarce debió renunciar, y posteriormente lo mismo harían José Viamonte y V.Maza (luego del asesinato de Quiroga). Al volver de la expedición al desierto, la legislatura le acordó una medalla. Sin embargo no poseía un espíritu bélico, aunque supo explotar su prestigio. Así Rosas aparecía como el único capaz de calmar la situación.
Es en esta etapa de temor y anarquía política en la que Rosas aparece como el único capaz de terminar con el difícil momento y establecer la paz tan esperada.

Represión:
El ejercicio de las atribuciones extraordinarias y la acción de la Sociedad Popular Restauradora, le permitieron eliminar la oposición, ya sea unitaria o federal. Hubo destituciones y fusilamientos en masa, y se decretó el uso obligatorio de las divisas punzó. Se empapelaron las ciudades con cárteles como: "¡Mueran los salvajes unitarios!" o "¡Vivan los federales!". Afirmó su lucha sobre los unitarios y exigió una sumisión total a la federación, no solo en Buenos Aires sino en todo el interior. Abolió la independencia del poder judicial, y llegó a ejercer personalmente facultades judiciales (como el caso de los hermanos Reinafé, a quienes se los encontró culpables y se los colgó).

Fue una época de terror para los unitarios, o mas bien para todos los que no estuvieran a favor del dictador. Todos los opositores se debieron exiliar, en general a Uruguay, o eran juzgados aquí. La gente se retractaba, se cuidaba de cualquier motivo de sospecha, como hablar, pasear, escribir, etcétera. La simple sospecha de complicidad con un unitario bastaba para ser ejecutado; la sociedad Popular Restauradora fue un club terrorista y temido. Rosas también se aseguró de que su retrato estuviera expuesto en todos los lugares públicos tras autoproclamarse 'tirano' en 1842.

En junio de 1839 fue descubierta en Buenos Aires una conspiración organizada por Manuel V. Maza, presidente de la Sala de Representantes, que tenía contacto con otros movimientos que actuaban en la campaña y con los emigrados. Maza y su hijo fueron muertos. La misma suerte tuvieron los cabecillas de la Rebelión de los Hacendados del Sur de la provincia, que tuvo su foco en Chascomús y Dolores. Estos alzamientos debían coincidir con la invasión de Lavalle a Buenos Aires, lo que no pudo concretarse.

Los unitarios, con imprudentes golpes de estado, con medidas, arbitrarias, con su recurso a los actos habilidosos, crearon el clima propicio al desprecio por la ley. Rosas pudo destruir la anarquía pero creó un miedo pavoroso.

En el primer gobierno se había limitado a organizar la administración de Buenos Aires, y en el segundo a todo el país, colocando gobernadores sometidos en las demás provincias.

Medidas:
Tuvo una política centralista y sus intereses se identificaron con los de Buenos Aires. Lo favorecía el puerto único, y el 18 de diciembre de 1835 estableció la ley de Aduanas, por la cual se protegían los productos e industrias de las provincias impidiendo la penetración de productos extranjeros que compitieran con los del país, aunque se conservaba a Buenos Aires como único puerto de ultramar. Esta medida era un interesante intento de proteccionismo económico que benefició a ciertas industrias nacionales; Sin embargo favorecía a Buenos Aires, por lo que el litoral se opuso a ellas.

Al principio de su segundo gobierno llamó a los jesuitas de Europa, ofreciéndoles protección y mantenerlos y colocarlos en universidades y colegios. Así buscó presentarse como protector de la religión, de las ciencias, y de las letras. (5) Si bien la iglesia y la prensa eran auxiliares importantes de Rosas, la última sanción de su gobierno era la fuerza, aplicada por militares y la policía. La organización militar no solo estaba para defender sino para controlar, a la población.

Sin embargo para superar la crisis económica provocada por las luchas internas y los bloqueos, decretó cesantías en masa, rebajó los sueldos, redujo el presupuesto de la Universidad, prohibió la exportación de oro y plata, entre los más importantes.

Sus enemigos políticos
La generacion del 37
En 1837 surgió un grupo de jóvenes, entre los que se contaban Esteban Echeverría, Juan Bautista Alberdi, Juan María Gutiérrez y Vicente Fidel López, que se identificaban con la clase política que había protagonizado el proceso independentista hasta la organización unitaria de 1824, y adherían a las ideas del romanticismo europeo y la democracia liberal.
Este grupo logró cierta influencia a partir de dos instituciones: el Salón Literario (luego cerrado por orden de Rosas) y "La Joven Argentina", sociedad secreta fundada por Echeverría en 1838.
Intentaron ser una alternativa a federales y unitarios, propiciaron una organización nacional mixta, y sus ideas y acción tendrían gran influencia en el proceso constitucional posterior a la caída de Rosas. Por mucho tiempo, la “historia oficial” los consideró próceres civiles, pero posteriormente se les acusó de considerar todo lo europeo superior a lo americano o español, de querer trasplantar Europa a América sin considerar a los americanos, y de traicionar repetidamente a su propio país.
Se pronunciaron en contra de la política de Rosas respecto de Francia, y fueron perseguidos por la Mazorca — brazo armado de la Sociedad Popular Restauradora — y, si bien ninguno fue asesinado, terminaron refugiados en Montevideo. Allí se confundieron con los opositores refugiados, los más antiguos de los cuales eran los unitarios, a los que se habían sumado los lomos negros de la época de Balcarce; formarían un grupo más o menos homogéneo, globalmente llamados "unitarios" por los partidarios de Rosas.

La guerra con Francia
Desde 1830, Francia buscaba aumentar su influencia en América Latina y, especialmente, lograr la expansión de su comercio exterior. Consciente del poder inglés, en 1838 el rey Luis Felipe exponía ante el parlamento que “sólo con el apoyo de una poderosa marina podrían abrirse nuevos mercados a los productos franceses...”. En marzo de 1838 una escuadra de guerra francesa bloqueó el puerto de Buenos Aires.

Sobre el reclamo particular de Francia —la eximición del servicio de armas para sus súbditos—, el gobierno de Buenos Aires retrasó la respuesta por más de dos años. Rosas no se oponía a reconocer a los residentes franceses en el Río de la Plata el derecho a un trato similar al que se daba a los ingleses. Pero sólo estuvo dispuesto a reconocerlo cuando Francia envió un ministro plenipotenciario (con plenos poderes) para la firma de un tratado, lo que significaba un trato de igual a igual y un reconocimiento de la Confederación Argentina como un Estado soberano.

La Convención fue acordada entre el gobierno de Buenos Aires, encargado de las relaciones exteriores de la Confederación Argentina, y el representante del gobierno de Francia el 29 de octubre de 1840. Esta Convención se conoce como el Tratado Mackau-Arana porque los ministros que lo firmaron fueron el almirante barón de Mackau por Francia y Felipe Arana por Buenos Aires. El tratado establecía el levantamiento del bloqueo al puerto de Buenos Aires y la devolución de la isla Martín García y de los barcos capturados al gobierno de Buenos Aires por parte de Francia, y a su vez, el gobierno de Buenos Aires acordaba eximir del servicio de armas a los súbditos franceses y pagar indemnizaciones a los perjudicados por el conflicto.

La intervención de Gran Bretaña y Francia
A partir de 1842 se reanudó un conflicto interno en la Banda Oriental y Rosas intervino apoyando a uno de los bandos. Esta decisión del gobernador de Buenos Aires provocó la reacción de Francia y de Gran Bretaña k decisión de una intervención conjunta en el Río de la Plata.

Para Gran Bretaña, la posibilidad de una acción coordinada entre la Banda Oriental y Buenos Aires significaba la anulación de la división política en el Río de la Plata —impuesta por su mediación con la creación, en 1828, de la República Oriental del Uruguay como Estado independiente—. Los intereses británicos se veían gravemente amenazados por el peligro de una política conjunta de los dos países que controlaban el comercio y la navegación en el río de la Plata. Los intereses de los comerciantes ingleses en Montevideo y en Buenos Aires no eran lo mismos. Pero los dos grupos se beneficiaban con la navegación pacífica del río de la Plata y con la apertura de los ríos interiores (el Uruguay) al comercio internacional.

En esta oportunidad, también Brasil intervino en el conflicto a favor de sus propios intereses. A mediados de 1844 propuso a Gran Bretaña una acción conjunta contra Buenos Aires para eliminar la influencia argentina en la Banda Oriental y establecer la apertura de la navegación de los ríos interiores. Esta apertura era necesaria, declaraba, para poner fin al aislamiento del Paraguay.

Finalmente, el gobierno inglés decidió intervenir con el objetivo de lograr la libre navegación de los ríos y mantener el equilibrio rioplatense según el tratado de 1828 frente a las pretensiones de incorporar la Banda Oriental al sistema rosista. Además, la larga duración de la crisis oriental comprometía la estabilidad económica de la región y perjudicaba a los sectores mercantiles extranjeros y locales. Francia aceptó intervenir limitando sus objetivos —según declaró— a la defensa de la independencia oriental frente a la intervención argentina. En abril de 1845, naves inglesas y francesas bloquearon el puerto de Buenos Aires.

El caudillo oriental Manuel Oribe —con el apoyo de Rosas— mantenía sitiada la ciudad de Montevideo por tierra y, desde 1843, Buenos Aires sitiaba por el río las costas de la Banda Oriental. Pero las naves inglesas desconocían el bloqueo de las naves porteñas y permitían el aprovisionamiento de Montevideo. A mediados de 1845 y después de un ultimátum, las fuerzas navales británicas y francesas “robaron a la escuadra argentina”: la capturaron y la obligaron a fondear en el puerto de Buenos Aires. Meses más tarde se propusieron remontar el río Paraná, para poner en práctica el objetivo de la libre navegación de los ríos interiores. Rosas no estaba dispuesto a permitirlo y preparó la defensa, que resultó heroica. En la Vuelta de Obligado sobre el río Paraná el 20 de noviembre de 1845, en una larga batalla en la que sufrieron numerosas pérdidas materiales y humanas, las fuerzas militares y navales porteñas intentaron impedir el paso de las naves extranjeras.

Enfrentamiento con Urquiza:
Urquiza, que hasta ese momento era uno de los aliados de Rosas, decidió iniciar una rebelión con el motivo de organizar al país. El 1 de mayo de 1851 inició el levantamiento; y 24 días después señaló su programa constitucional.
Corrientes se adhirió al movimiento y contó con el apoyo militar de Uruguay y Brasil. El 21 de noviembre se firmó un acuerdo más amplio entre el imperio del Brasil, Uruguay, Entre Ríos y Corrientes para eliminar a Rosas.
El 3 de febrero de 1852 Urquiza derrotó al gigante Rosas en la batalla de Caseros. El caudillo criollo escapó ileso de la batalla y unos días después del país.
Esta batalla marcó un momento decisivo en el país, e inició una nueva etapa. Rosas pasó el resto de su vida en el exilio y murió en Southampton (Hampshire, Gran Bretaña).


Primera gestión de gobierno en buenos aires
El 29 de mayo de 1851 se concretó en Montevideo una alianza tripartita
integrada por: el Brasil, Uruguay y Entre Ríos - Corrientes, a la cual se invitó
sin éxito al Paraguay. En su cumplimiento fuerzas entrerriano - correntinas, al
mando de Urquiza, cruzaron al Uruguay obligando a capitular a Oribe el 8 de
octubre.
El Brasil se había comprometido en esta contienda para impedir que
siguiese la intervención rosista en Uruguay y para obtener la libre navegación de los ríos. Rosas en agosto le declaró la guerra.
Como consecuencia los estados integrantes de la TRIPLE ALIANZA firmaron un nuevo convenio el 21 de noviembre.
El ejército aliado reunió 28.000 hombres; 16.000 entrerrianos y correntinos, 4.000 de Buenos Aires, 2.000 de Uruguay y 4.200 de Brasil, mientras en Colonia quedaba una guarnición de 12.000. El ejército de Rosas tuvo 22.000 hombres.
Hubo combates previos, pero el 3 de febrero de 1852 las fuerzas rosistas fueron derrotadas en Monte Caseros (hoy Palomar). Rosas auxiliado por Inglaterra se dirigió a Southampton donde vivió hasta su muerte en 1877.

Conclusión
De 1829 a 1832 y de 1835 a 1852 gobernó Buenos Aires Juan Manuel Rosas. Conocido como el gran dictador, fue sin dudas un poderoso estanciero y un caudillo político, que representó los intereses porteños. Ejerció una dictadura y demoró mientras estuvo al poder la organización nacional con el argumento de que el país no estaba preparado. Si bien se lo conoció como el Restaurador de las Leyes, solo sancionó dos leyes en sus casi 30 años de gobierno; Rosas anhelaba la libertad anárquica y despreciaba las reglas.

Rosas tuvo movimientos de resistencia en casi todo el país, protagonizados por unitarios y federales liberales. Montevideo fue el centro de esa conspiración, cuyos métodos eran el terrorismo, el asesinato, el fraude, la unión con el extranjero, confiscaciones. Los opositores sentenciaron a Rosas a gobernar sin un día de tranquilidad. Su fracaso se debió a la falta de unidad en su coordinación y a la diversidad de tendencias que participaron. En su mayoría recurrieron al apoyo extranjero, lo que les acarreó desprestigio frente al caudillo porteño que se mostraba como defensor de la soberanía nacional. Estos solo tuvieron éxito cuando se unieron para luchar contra el dictador.

La oposición fue perseguida y ejecutada durante 15 años en el poder. Los unitarios, con imprudentes golpes de estado, con medidas, arbitrarias, con su recurso a los actos habilidosos, crearon el clima propicio al desprecio por la ley. Fueron éstos quienes tildaron a Rosas como el personaje más siniestro del siglo XIX en la Argentina. Buscando material sobre Rosas me he encontrado con autores que estaban a favor (José M. Rosa), y otros en contra (Dellepiane); Rosas hizo cosas buenas y cosas malas; pero ¿Por qué nunca intentó organizar al país? En todo el tiempo que gobernó ¿nunca se podría haber hecho una constitución? Rosas se equivocó al haber rehusado a su pueblo a un régimen estable y organizado.

Por otro lado debe remarcarse la intención de ejercer una economía proteccionista y favorecer a las industrias locales. Aunque es verdad que siempre terminó actuando con los intereses de Buenos Aires (Ej: La ley de Aduana). También defendió enérgicamente la soberanía nacional ante las pretensiones extranjeras de disponer libre tránsito en ríos nacionales, y nunca dejó de reclamar la devolución de las islas Malvinas por parte de Inglaterra. Y justamente el mismísimo general San Martín lo elogiaba por su patriotismo y defensa contra el extranjero: " El sable, que me ha acompañado en toda la guerra de la Independencia de la América del Sur, le será entregado al general de la República Argentina, don Juan Manuel de Rosas, como una prueba de la satisfacción que como argentino he tenido al ver la firmeza con que ha sostenido el honor de la República contra las injustas pretensiones de los extranjeros que trataban de humillarnos."

Por otro lado debemos decir que Rosas persiguió y castigó a los unitarios, catalogándolos de salvajes, mientras su gobierno no tuvo nada de federal. El era un federal personalista, lo que lo diferencia con los federales liberales. Centralizó el poder en Buenos Aires, y otorgó a esta provincia el manejo de los fondos de la Aduana. Además las provincias respondían a él, ya que sus respectivos gobernadores habían sido elegidos por Rosas.

Índice
• Rosas i sus orígenes
• Pacto federal
• Su acción como hacendado político y militar
- Primero gobierno
- Segundo gobierno
- Represión
- Medidas
• Sus enemigos políticos
- La generación del 37
- La guerra con Francia
- La intervención de Gran Bretaña y Francia
- Enfrentamiento con Urquiza
• Primera gestión de gobierno de buenos aires

Bibliografía consultada:

http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Manuel_de_Rosas
• Libro: “Nativa” enciclopedia de Entre Rios

Juan Mnuel de Rosas por Velazquez y Rodríguez

Conocido como Juan Manuel de Rosas, fue bautizado como Juan Manuel José Domingo Ortiz de Rozas y López de Osurio savedra. Era hijo del militar y peón de la familia León Ortiz de Rozas y la estanciera Agustina López de Osornio. Pertenecía al linaje de los Ortiz de Rozas, que tiene origen desde hace nucho tiempo1823 en el pueblo de Rozas, Valle de Soba, Cantabria, España.
Nació en el solar que habitaba su abuelo materno - don Clemente López - situado en la calle que en ese entonces se denominaba Santa Lucia, actual calle Sarmiento entre las calles Florida y San Martín, en la ciudad de Buenos Aires.[1]
Ingresó a los 8 años de edad en el colegio privado que dirigía Francisco Javier Argerich, si bien desde joven demostró vocación por las actividades rurales. Interrumpió sus estudios para enrolarse en la compañía de niños del Regimiento de Migueletes, que participó en la defensa frente a las invasiones inglesas (1806-1807).
Más tarde, retirado al campo, se convirtió en un gran estanciero de la Pampa bonaerense, manteniéndose alejado de los sucesos revolucionarios de 1810. En 1813, pese a la oposición materna — que venció al hacer creer a su madre que la joven estaba embarazada — se casó con Encarnación Ezcurra, con quien tuvo tres hijos: Juan, María, muerta de niña, y Manuelita, nacida en 1817, que luego sería su compañera inseparable.
Poco después, debido a un entredicho que tuvo con su madre, devolvió a sus padres los campos que administraba para formar sus propios emprendimientos ganaderos y comerciales. Además se cambió el apellido "Ortiz de Rozas" por "Rosas", cortando simbólicamente la dependencia de su familia.
Fue administrador de los campos de sus primos , Nicolás y Tomás Manuel de Anchorena, al segundo de los cuales siempre le tuvo un especial respeto y admiración, y quien ocuparía cargos importantes dentro de su gobierno. En sociedad con Luis Dorrego — hermano del coronel Manuel Dorrego — fundó un saladero; era el negocio del momento: la carne salada y los cueros eran casi la única exportación de la joven nación. Acumuló una gran fortuna como ganadero y exportador de carne vacuna, distante de los acontecimientos emergentes que conducirían al virreinato del Río de la Plata a la emancipación del dominio español en 1816.
Por esos años conoció al doctor Manuel Vicente Maza, quien se convirtió en su patrocinador legal, en especial en una causa que sus propios padres habían entablado contra él. Más tarde sería un excelente consejero político.
En 1818, por presión de los abastecedores de carne de la capital, el director Juan Martín de Pueyrredón tomó una serie de medidas en contra de los saladeros. Rápidamente, Rosas cambió de rubro: se dedicó a la producción agropecuaria en sociedad con Dorrego y los Anchorena, que también le encargaron la dirección de su estancia "Camarones", al sur del río Salado.
Al año siguiente compró la estancia "Los Cerrillos", en San Miguel del Monte. En su estancia en la Laguna de Monte organizó una compañía (aumentada al poco tiempo a regimiento) de caballería, los "Colorados del Monte", para combatir a los indígenas de la zona pampeana. Fue nombrado su comandante, y alcanzó el grado de teniente coronel.
Por esos años escribió sus famosas "Instrucciones a los mayordomos de estancias", en la que detallaba con precisión las responsabilidades de cada uno de los administradores, capataces y peones. Allí demostraba su capacidad para administrar simultáneamente varias explotaciones, con métodos muy efectivos, en un anticipo de su futura capacidad para administrar el estado provincial.
Hasta 1820 se dedicó a sus actividades privadas. Desde ese año hasta la batalla de Caseros, en 1852, consagraría su vida a la actividad política, liderando —ya en el gobierno o fuera de él— la provincia de Buenos Aires, que contaba no sólo con el territorio productivo más rico de la naciente Argentina, sino con la metrópolis más importante (la ciudad de Buenos Aires) y el puerto que concentraba el comercio exterior de las restantes provincias, así como el control de la aduana. En relación a estos recursos se desarrollaron gran parte de los conflictos institucionales y las guerras civiles del siglo XIX en la Argentina, controlados hasta la caída de Rosas por la provincia de Buenos Aires.
Luego de la batalla de Caseros, Rosas se exilió en Gran Bretaña, en una granja en las cercanías de la ciudad de Southampton. Murió en el exilio el 14 de marzo de 1877, acompañado por su hija Manuelita. Sus restos fueron repatriados a la Argentina el 1 de octubre de 1989 y reposan actualmente en el panteón familiar del Cementerio de la Recoleta en la Ciudad de Buenos Aires.

Primera Gobernación (1829-1832)
En el año 1827 Rosas apareció como lídermilitar a favor de la corriente federalista, opuesta a las reformas liberales defendidas por la tendencia unitaria, en la que militaba Juan Lavalle, gobernador de Buenos Airesen ésos momentos. A su vez, Lavalle había fusilado a Dorrego, gobernador federal que le precedió. Entonces el general fundó una coalición con Estanislao López, combatió y derrotó a Lavalle en el Puente de Márquez. Rosas fue nombrado gobernador por la Legislaturade la ciudad de Buenos Aires. En el momento en que asumió su primer gobierno, la situación era de gran inestabilidad tanto política como social. En lo político se habían sucedido tres fracasos importantes: la crisis de 1820; el colapso de la presidencia de Rivadavia y del congreso constituyente en 1826-1827; y la ruptura militar y posterior guerra civil de 1828-1829.
Esta primera gestión fue severa, aunque no excesivamente represiva. Se caracterizo por su esfuerzo en restaurar el orden y la tranquilidad publica, el ordenamiento de las finanzas y el saneamiento de la administración.
Una gran diferencia con respecto a la política unitaria, fue la cercanía que mantuvo siempre Rosas con la iglesia. En definitiva, este apoyo mutuo fue la principal arma de Rosas para ganarse el apoyo de las clases más humildes.
Si bien el peligro unitario había desaparecido en Buenos Aires, seguía siendo efectivo en el interior. El general Paz desde Córdoba mantenía su Liga Unitaria, protocolizada en agosto de 1830 con un pacto entre las provincias del noroeste ocupadas por su ejercito y revestido del Supremo PoderMilitar. La situación termino recién con la prisión de Paz el 10 de mayo y la derrota de los restos unitarios mandados por Lamadrid en Ciudadela (Tucumán), el 4 de noviembre de 1831, a manos de Facundo.
De modo que en 1831, luego de dos largos años de sofocar revoluciones internas e intentar mantener la paz de la provincia, empezó su estrategia, convocando la unión de 4 provincias en el Pacto Federal de 1831, camino a la Confederación Argentina. En vísperas de guerra entre provincias del litoral y Córdoba, el General Paz cayó prisionero. Con este suceso Quiroga hizo una campaña liberando a 4 provincias integrándose al este y oeste. Nació entonces la Confederación Argentina con la estrategia desplegada por Rosas. Después de la campaña por la unión federal terminó el mandato del gobierno (1832) y fue reelegido con 29 votos contra 7 pero no aceptó. Fue renombrado el 6 pero renunció nuevamente. La Sala insistió pero el general se negó. El motivo fue claro. Sin un espíritu nacional que lo apoyara no quería gobernar. Necesitaba del intelecto unitario que no tenía conciencia nacional mientras la administraciónfederal muy bien intencionada carecía de él. Manifestó su deseo de volver al campo. Ante esta posición la Sala nombró a Balcarce. La Sala de Representantes en 1832, finalmente decidió que las facultades excepcionales no le serian renovadas, el gobernador entonces optó por retirarse del escenario político puesto que según su criterio la tan proclamada normalidad institucional solo podía tener una consecuencia: "el resurgimiento de la inestabilidad fomentada por pasiones políticas aún no del todo acalladas". En consecuencia, la Junta eligió a su primer ministro de guerra, Balcarce, que tras consultar con Rosas asumió el cargo el 17 de diciembre de 1832. Este ultimo emprendió entonces la "Campaña del Desierto" entre 1833 y 1834.

El Pacto Federal(Argentina)
El Pacto Federal fue un tratado suscripto en la ciudad argentina de Santa Fe el 4 de enero de 1831 por las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe, en el que se constituía una alianza ofensiva y defensiva entre las provincias federales para hacer frente a la recientemente formada Liga Unitaria. Posteriormente adhirió al pacto la provincia de Corrientes, incorporando su diputado el 19 de agosto de 1831.
Discusiones previas
La primera reunión entre las provincias de Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes y Buenos Aires, con motivo de concretar una alianza, se realizó en Santa Fe el 20 de julio de 1830. Contó con la presencia de los diputados Domingo Cullen por Santa Fe, Diego Miranda por Entre Ríos, Pedro Ferré por Corrientes y José María Roxas y Patrón por Buenos Aires.
Proyectos de tratado
Archivo:Rosas y Patron.JPG
José M. Roxas y Patrón.
Se decidió confiar a Rosas y a Ferré la redacción de un proyecto de tratado. El diputado correntino planteó tres puntos:
Que debía permanecer la representación de las provincias ligadas, hasta tanto se organizase la nación, con atribuciones determinadas
Que esa misma representación debía hacer lo imposible para conseguir la organización general del país
Que la misma representación arreglase el comercio extranjero y la navegación de los ríos
Rosas y Patrón se opuso a estas ideas, alegando no poseer las facultades para tratar esas cuestiones, por lo que el 24 de julio el diputado por Buenos Aires presentó su proyecto de tratado. En un memorándum explicativo señalaba que era cierto que los habitantes de las demás provincias debían pagar, en la aduana de Buenos Aires el precio de lo que consumían y además los derechos de exportación de productos. Pero alegaba que Buenos Aires afrontaba la deuda nacional, velaba por la seguridad en las costas y vigilancia del río, mantenía agentes y cónsules en países extranjeros, atendía las relaciones exteriores y respondía a los perjuicios causados por los corsarios de la república. Ferré le contestó con otro memorándum donde criticaba la libre importación de productos y la exclusividad del puerto de Buenos Aires, bases del comercio de esa época. Proponía la habilitación de otros puertos, entre ellos el de Santa Fe, la prohibición de la importación de algunos productos y que los ingresos de la aduana beneficiasen a todas las provincias.
En su proyecto Ferré proponía que la comisión de diputados de todas las provincias tuviera a su cargo las tareas de hacer la paz y declarar la guerra, organizar los ejércitos, decidir la utilización de los fondos para sostener a éstos e invitar a todas las provincias a un congreso general que las organizara y declarara una constitución.
Hasta que llegara ese momento, la comisión atendería el comercio exterior, regularía la navegación de los ríos Paraná y Uruguay y promovería el desarrollo industrial. Rosas y Patrón permaneció inflexible y Ferré optó por retirarse de las negociaciones.
La firma
Rosas envió instrucciones a Rozas y Patrón para que aceptara la constitución de una comisión compuesta por un diputado por cada una de las provincias litorales. El gobernador santafesino Estanislao López comunicó a sus colegas de Entre Ríos y Corrientes que nombraran sus representantes para continuar con la labor. Finalmente los representantes de Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos lograron ponerse de acuerdo y firmaron el 4 de enero de 1831 el Pacto Federal. Corrientes se adhirió al tratado más tarde, incorporando su diputado el 19 de agosto de 1831 a la comisión representativa de los gobiernos de las provincias litorales creada por el pacto y establecida en la ciudad de Santa Fe.

SU ACCIÓN COMO POLITICO
Una de las claves de su acción política fue la utilización premeditada del apoyo de gentes humildes y, en especial, la de los ambientes rurales. Esta actitud de Rosas dio a su gobierno un tono populista que disimulaba el más completo dominio del partido y del gobierno, por los sectores oligárquicos o aristocráticos de la provincia. Rosas se ocupó del pueblo y parecería según sus propias palabras, que lo hizo más por cálculo y temor que por amor. Rosas era eminentemente conservador y por lo tanto no faltó esa regla sagrada de su tiempo.
El proceso termina cuando el 5 de diciembre la legislatura reelige a Rosas en su cargo pero sin acordarle las facultades extraordinarias. Rosas vio menguado su poder y herido su prestigio. Su carrera política está amenazada. Comprende que solo un oportuno repliegue puede salvarlo. Si un sector de su partido se ha cansado de él, es necesario que vuelva a ser el hombre indispensable de 1829. iniciando un juego magistral, renuncia a la nueva designación de gobernador, declara que no puede hacer más nada y que la responsabilidad del futuro recaerá sobre los diputados. Éstos se desorientan e insisten, pero no ofrecen las facultades extraordinarias que esperaba le gobernador. También para ellos se trata ya de una cuestión de honor. Rosas ha dejado, aparte de su acción política, una apreciable obra administrativa.
Por fin el 12 de diciembre para salir del impasse los diputados eligen gobernador al brigadier general Juan Ramón Balcarce que acaba de participar en la guerra contra el general Paz y es un antiguo federal.

CONCLUSIÓN:
De 1829 a 1832 y de 1835 a 1852 gobernó Buenos Aires Juan Manuel Rosas. Conocido como el gran dictador, fue sin dudas un poderoso estanciero y un caudillo político, que representó los intereses porteños. Ejerció una dictadura y demoró mientras estuvo al poder la organización nacional con el argumento de que el país no estaba preparado. Si bien se lo conoció como el Restaurador de las Leyes, solo sancionó dos leyes en sus casi 30 años de gobierno; Rosas anhelaba la libertad anárquica y despreciaba las reglas.
Rosas tuvo movimientos de resistencia en casi todo el país, protagonizados por unitarios y federales liberales. Montevideo fue el centro de esa conspiración, cuyos métodos eran el terrorismo, el asesinato, el fraude, la unión con el extranjero, confiscaciones. Los opositores sentenciaron a Rosas a gobernar sin un día de tranquilidad. Su fracaso se debió a la falta de unidad en su coordinación y a la diversidad de tendencias que participaron. En su mayoría recurrieron al apoyo extranjero, lo que les acarreó desprestigio frente al caudillo porteño que se mostraba como defensor de la soberanía nacional. Estos solo tuvieron éxito cuando se unieron para luchar contra el dictador.
La oposición fue perseguida y ejecutada durante 15 años en el poder. Los unitarios, con imprudentes golpes de estado, con medidas, arbitrarias, con su recurso a los actos habilidosos, crearon el clima propicio al desprecio por la ley. Fueron éstos quienes tildaron a Rosas como el personaje más siniestro del siglo XIX en la Argentina. Buscando material sobre Rosas me he encontrado con autores que estaban a favor (José M. Rosa), y otros en contra (Dellepiane); Rosas hizo cosas buenas y cosas malas; pero ¿Por qué nunca intentó organizar al país? En todo el tiempo que gobernó ¿nunca se podría haber hecho una constitución? Rosas se equivocó al haber rehusado a su pueblo a un régimen estable y organizado.
Por otro lado debe remarcarse la intención de ejercer una economía proteccionista y favorecer a las industrias locales. Aunque es verdad que siempre terminó actuando con los intereses de Buenos Aires (Ej: La ley de Aduana). También defendió enérgicamente la soberanía nacional ante las pretensiones extranjeras de
disponer libre tránsito en ríos nacionales, y nunca dejó de reclamar la devolución de las islas Malvinas por parte de Inglaterra. Y justamente el mismísimo general San Martín lo elogiaba por su patriotismo y defensa contra el extranjero: " El sable, que me ha acompañado en toda la guerra de la Independencia de la América del Sur, le será entregado al general de la República Argentina, don Juan Manuel de Rosas, como una prueba de la satisfacción que como argentino he tenido al ver la firmeza con que ha sostenido el honor de la República contra las injustas pretensiones de los extranjeros que trataban de humillarnos."
Por otro lado debemos decir que Rosas persiguió y castigó a los unitarios, catalogándolos de salvajes, mientras su gobierno no tuvo nada de federal. El era un federal personalista, lo que lo diferencia con los federales liberales. Centralizó el poder en Buenos Aires, y otorgó a esta provincia el manejo de los fondos de la Aduana. Además las provincias respondían a él, ya que sus respectivos gobernadores habían sido elegidos por Rosas.

ESTANCIA LOS CERILLOS
Estancia ubicada a pocos kilómetros de San Miguel del Monte, antigua Guardia del Monte. Sus campos fueron adquiridos a don julián del Molino Torres por la sociedad Rosas, Terrero y Dorrego, con anterioridad a 1820. El futuro Restaurador pasó en esta estancia una importante década de su vida, antes de ingresar definitivamente al escenario político nacional. Dicho establecimiento fue convertido por Rosas en un importante centro ganadero y agrícola, hasta el punto de que, en sus campos, trabajaban 60 arados al mismo tiempo.En 1819 elevó al Directorio una memoria en la que proponía la fundación de una Sociedad de Labradores y Hacendados, para prestar ayuda a la policía de la campaña, especialmente en la lucha contra los indios. Y en 1820 formó en la Guardia del Monte un cuerpo de voluntarios para auxiliar al gobierno de Buenos Aires: en esta fuerza había más de cien peones de Los Cerrillos, armados y equipados a expensas de Rosas. La disciplina impuesta por don Juan Manuel al 5° Regimiento de Milicias de la Campaña se evidenció cuando este cuerpo entró en la ciudad de Buenos Aires en aquel crítico año, para sostener a Martin Rodríguez. Desde entonces Rosas y los "Colorados del Monte" fueron sinónimos de orden.El prestigio de RosasAjeno a todo lo que no era el negocio de campo ó sus miras personales, Rosas vio sucederse tranquilamente todos aquellos acontecimientos que ensangrentaban el país y otros que debían hundirlo en la ruina. Las luchas civiles no lograron sacarlo de los Cerrillos, donde se hallaba desde que obtuvo su separación del servicio.No me gusta la política y creo que todo el poder del mando no vale la pena de dar un galope hasta Buenos Aires. Lo que yo quiero dominar son muchas vacas y muchas leguas de sembrado.Todas las estancias bajo la administración especial de Rosas, multiplicaron su capital en poco tiempo. La fortuna de aquella sociedad era así fabulosa. Cada puesto contaba con un gran capital y cada cosecha de cereales les dejaba una ganancia pingüe.Rosas, no olvidaba a su familia, que vívia con opulencia. Cada tanto tiempo venía á visitar a doña Encarnación, con quien pasaba algunos días. Entonces observaba con su gran perspicacia el movimiento político y se volvía á sus estancias donde seguía el desarrollo de sus planes y la conservación de su prestigio.

viernes, 14 de mayo de 2010

Juan Lavalle por Martínez y Garay

Trabajo Práctico
De
Historia.





Alumnas: Mariana Garay y Lujan Martínez


Colegio: San Vicente De Paúl

Curso: 1° Polimodal “A”

Profesor: Ramón Cieri

Asignatura: Historia.

Tema: Juan Lavalle.

Fecha De Entrega: Jueves 11 Mayo.

Índice.

1) Introducción
2) Su origen.
3) Su acción como hombre político y militar
4) Participe de la guerra con Brasil.
5) Fusilamiento de Dorrego.
6) Gobernaciones de Buenos Aires.
7) Sus enemigos politicos.



Introducción

Juan Galo de Lavalle (Buenos Aires, 17 de Octubre de 1797 – San Salvador de Jujuy, 9 de octubre de 1841), militar y político Argentino, figura destacada de la independencia sudamericana y líder militar y político durante las Gurras Civiles en ese país.

Su Origen.
Era el cuarto hijo de Manuel José de Lavalle y Mercedes González. Al estallar la revolución de Mayo, su familia se encontraba en Chile, donde su padre era funcionario. De regreso en Buenos Aires, el 31 de Agosto de 1812, Lavalle solicitó su admisión como cadete en el Regimiento de Granaderos a Caballo. En Mayo de 1813 pidió al general Alvear ser enviado al frente. Ascendido a Teniente en 1813, pasó en 1814 al ejército sitiador de Montevideo, a órdenes de Alvear.

Su acción como hombre Político.
De regreso en Buenos Aires, organizó un Golpe de Estado unitario del 1 de diciembre de 1828, tras la cual asumió como gobernador de Buenos Aires (1828-1829). A mediados de diciembre de 1828 capturó al gobernador depuesto Manuel Dorrego, su antiguo compañero de armas, en Navarro. Sin juicio lo mandó fusilar, cometiendo un crimen que lo perseguiría el resto de su vida.
Participe de la guerra con Brasil.
A su regreso fue incorporado a la Guerra Del Brasil, como jefe del regimiento de coraceros; hizo la campaña sobre Río grande do Sul y venció en los combates de Bacacay (abatiendo una columna de 1.200 hombres con fuerzas menores) y Ombú. Unos días más tarde, utilizando una arriesgada maniobra, logró una parte importante de la victoria en la Batalla de Ituzaingo, de febrero de 1827, arrollando a las fuerzas del general brasileño Abreu, y ganando su ascenso a general. Luchó también en el Combate de camacuá, en el que fue herido en un brazo.

Fusilamiento de Dorrego.
Dorrego por tanto se reunió en Cañuelas con Juan Manuel de Rosas para organizar la reacción desde la campana. Lavalle, enterado de los acontecimientos y con el fin de no dar tiempo a que se concretara la resistencia, delegó el mando político en Guillermo Brown y salió en busca de Dorrego. El 9 de diciembre las milicias de Dorrego fueron derrotadas en Navarro por los veteranos que mandaba Lavalle, Dorrego logró reunirse con Rosas, quien le propuso eludir un nuevo combate y buscar el apoyo del interior. Aquél no aceptó y traicionado por algunos oficiales fue entregado a Lavalle 10 de diciembre Rosas logró retirarse a Santa Fe. El 13 de diciembre de 1828 Lavalle ordenó el fusilamiento del derrocado gobernador adtimiendo toda la responsabilidad por tan trágica medida, Este hecho, que constituyó un grave error político y humano, provocó la reacción del interior: la Convención reunida en Santa Fe designó a Estanislao López comandante de las fuerzas que debían sofocar el pronunciamiento unitario.

Gobernaciones de Buenos Aires.
Mientras Dorrego se retiraba al sur de la provincia, los unitarios celebraron una "elección" (en la que sólo participaron ellos) que nombró gobernador a Lavalle. Para darse una idea de cuánta gente votó y con qué garantías, basta decir que se hizo a viva voz en el atrio de una iglesia, custodiada por el regimiento de Lavalle. La legislatura fue disuelta, y los unitarios celebraron que los sirvientes “volverán a la cocina”.
Apoyado por el coronel Juan Manuel de Rosas, el gobernador pidió ayuda a los demás gobiernos provinciales y se dirigió a Navarro. Imprudentemente, esperó allí a Lavalle y sus hombres, por los que fue fácilmente vencido en la batalla de Navarro. Huyó hacia el norte, buscando la protección de Ángel Pacheco, pero fue arrestado por Bernardino Escribano y Mariano Acha y entregado a Lavalle.

Sus enemigos políticos.
Batalla de Puente de Márquez, combate librado en las proximidades de la ciudad de Buenos Aires, el 26 de abril de 1829, entre las fuerzas federales de Juan Manuel de Rosas y Estanislao López y las tropas unitarias de Juan Galo Lavalle, en el marco de la Guerra Civil argentina. Desde que el 1 de diciembre de 1828, Lavalle derrocara al entonces gobernador de Buenos Aires, Manuel Dorrego, a quien sustituyó inmediatamente, Rosas, comandante de las milicias bonaerenses, se unió a las fuerzas desplegadas por López, gobernador de Santa Fe y defensor del federalismo. Ambos lograron derrotar a Lavalle, a unos 40 km de Buenos Aires, el 26 de abril del año siguiente.

Conclusión.
(Buenos Aires, 1797-Jujuy, 1841) Militar y político argentino. Héroe de la guerra de independencia, combatió en el ejército de los Andes (1817-1822) y en la guerra contra Brasil (1825-1828). En 1828 dirigió el alzamiento unitario que derribó a Dorrego, a quien hizo ejecutar. Posteriormente fue vencido por Estanislao López (1829). En 1841 se sublevó contra Rosas, muriendo en combate.

Bibliografía: Wikipedia-Historiador y Historia de los argentinos(Ediciones ánfora)

jueves, 13 de mayo de 2010

Juan Lavalle por Guiffre y Zapata

TRABAJO PRACTIDO DE HISTORIA Nº1
Tema: Gobierno de Buenos Aires de Juan Lavalle
Alumnos: Guiffre Camila, Zapata María Belén
Curso: 1º Polimodal “B”
Ciclo Lectivo: 2010
Colegio: Escuela San Vicente D-88
Materia: Historia

Introducción:
Bueno en este trabajo practico estudiaremos acerca de los orígenes de Juan Lavalle, su acción política y militar, su participe de la guerra con Brasil, su participación en la muerte de Dorrego, la gobernación de Buenos Aires, y sus enemigos políticos.

Desarrollo:
Juan Lavalle:
Sus orígenes
Juan Galo de Lavalle (Buenos Aires, 17 de octubre de 1797San Salvador de Jujuy, 9 de octubre de 1841), militar y político argentino, figura destacada de la independencia sudamericana y líder militar y político durante las guerras civiles en ese país.
Hijo de María Mercedes González Bordallo y Manuel José de La Valle y Cortés, contador general de las Rentas y el Tabaco del Virreinato del Río de la Plata, quien fuere descendiente directo del conquistador de México Hernán Cortés.
En 1799, los De La Valle se trasladaron a Santiago de Chile y volvieron a Buenos Aires en 1807.

Su acción como hombre político y militar
En 1812 ingresó como cadete en el Regimiento de Granaderos a Caballo, momento en el cual cambia su apellido a "Lavalle" para desprenderse de su origen español, algo muy común entre los jóvenes patriotas de la época.
Fue ascendido a teniente en 1813, pasó en 1814 al ejército sitiador del segundo sitio a Montevideo, bajo las órdenes de Alvear. Luchó al servicio del Directorio (unitario) contra el líder federal José Gervasio Artigas en 1815 y al mando de Manuel Dorrego combatió en la batalla de Guayabos. Un año después, pasó a Mendoza para integrarse al Ejército de los Andes bajo el mando del General José de San Martín.

Partícipe de la guerra con Brasil
Se embarcó hacia Chile y regresó a Mendoza, donde se casó con su prometida Dolores Correa. El partido unitario lo puso al mando de una revolución contra el general José Albino Gutiérrez, que gobernaba esa provincia con apoyo del partido federal. Fue gobernador interino por seis días, el tiempo que le tomó organizar una elección de dudosa legitimidad, en que fue electo como nueva autoridad Juan de Dios Correas, pariente de su esposa. Como una premonición, ese fue el único movimiento militar violento que ocurrió en todo el país ese año de 1824.
Regresó a Buenos Aires, donde fue puesto al mando de una expedición hacia el sur de la provincia de Buenos Aires; su compañero de ruta era el coronel Juan Manuel de Rosas, acompañando al ingeniero Felipe Senillosa en su trabajo de agrimensura.
A su regreso fue incorporado a la guerra del Brasil, como jefe del regimiento de coraceros; hizo la campaña sobre Río Grande do Sul y venció en los combates de Bacaray (abatiendo una columna de 1.200 hombres con fuerzas menores) y Ombú. Unos días más tarde, utilizando una arriesgada maniobra, logró una parte importante de la victoria en la batalla de Ituzaingó, de febrero de 1827, arrollando a las fuerzas del general brasileño Abreu, y ganando su ascenso a general. Luchó también en el combate de Camacuá, en el que fue herido en un brazo.
La herida le permitió una breve licencia en Buenos Aires, donde tomó contacto con los líderes del partido unitario, que lo convencieron de unirse a ellos para derrocar al gobernador Dorrego. Tanto los líderes unitarios como Lavalle, de tendencia liberal, detestaban a Dorrego, por la tendencia de éste a favor de las clases populares. []
Regresó a Uruguay, hasta que, firmada la paz con el Imperio del Brasil, llevó el ejército a Buenos Aires. Los oficiales de esta fuerza estaban molestos con Dorrego por haber firmado una paz desventajosa, olvidando que habían sido la actitud del ministro de Rivadavia, Manuel José García — que había firmado un tratado aún peor — y las presiones inglesas las que habían forzado a Dorrego a aceptar la independencia de Uruguay. Los mismos unitarios que habían iniciado el camino hacia ese desenlace culpaban al gobernador por las consecuencias de sus decisiones.
Fusilamiento de Dorrego
Gobernador Electo
Con la caída del gobierno de Rivadavia, en 1827, el Congreso nacional elige, el 5 de julio, como gobernador provisorio a Vicente López y Planes (conocido también como el autor del himno nacional).El 18 del mismo mes, la provincia de Buenos Aires vuele a tener entidad jurídica (había desaparecido jurídicamente por la ley de capitalización de Rivadavia).Se eligen sus autoridades resultando electo gobernador Manuel Dorrego.
Hacia Una Constitución Federal
Dorrego envía a su representante a la convención de Santa Fe, una reunión interprovincial convocada por el cordobés Bustos. El objetivo era promulgar una constitución federal y tratar de repartir los fondos aduaneros equitativamente.
Nace una liga unitaria
Los unitarios querían aniquilar a los líderes federales (Bustos, Dorrego, Quiroga, Ibarra, López) y proponen un frente estratégico (Córdoba-Buenos Aires) Con el objetivo de dar un golpe de Estado. El general Paz, de idea unitaria, lograra -en 1829- deponer a Bustos. Otras provincias adherirán a los unitarios. Con este ideal nacerá -en 1830- la Liga Unitaria.
Un Drama Comienza
El general Lavalle, victorioso en Brasil, apoya el bando unitario. El primero de diciembre de 1828 ocupa la plaza de la Victoria (la actual plaza de Mayo). Dorrego debe huir ante la superioridad numérica del enemigo. Lavalle, simula una nueva lección que lo convierte en el nuevo gobernador. De inmediato sale a perseguir a Dorrego, al que lo derrota en Navarro.
El Gran Crimen
Dorrego, que pensaba que sería desterrado, se entera de la terrible novedad: seria fusilado. Lavalle, aconsejado por muchos unitarios, decide fusilar a su prisionero: será uno de los grandes crímenes en nuestra historia.

Gobernación de Buenos Aires
En 1828, desaparecido el poder central gobernaba en Buenos Aires Manuel Dorrego destacado jefe del federalismo local. Su política lo llevó a enfrentarse con los unitarios, quienes aprovecharon para sus fines el descontento reinante en el ejército. Revolución del 1ro. De diciembre de 1828. La Logia Unitaria preparó un levantamiento revolucionario. Para este objeto buscó el apoyo de las tropas que regresaban de la Banda Oriental. Para dirigir la acción comprometieron al general Lavalle. En la madrugada del 1 de diciembre las tropas de Lavalle y del coronel Olavarría ocuparon la plaza de la Victoria. Dorrego abandonado por las pocas fuerzas adictas dejó la fortaleza y se dirigió a la campaña en procura del apoyo de Rosas. Un grupo de doscientas personas reunidas en la capilla de San Roque proclamo a Lavalle gobernador provisional por aclamación quedando disuelta la Junta de Representantes.

Sus Enemigos Políticos
El 24 de junio de 1829, el general Juan Lavalle y el general Juan Manuel de Rosas firmaron lo que se llamó “Tratado de Cañuelas”. Ambos, enemigos políticos y militares, parecían haber comprendido que era necesario detener, tanta matanza entre hermanos. El 17 de julio de ese año, Lavalle llegó una vez más a la estancia de Rosas en Cañuelas, para arreglar con su antiguo rival algunas cuestiones pendientes.
Conclusión:
En este trabajo de historia que realizamos aprendimos bastantes cosas sobre Juan Lavalle, sus orígenes, como fue como político, militar, y variadas cosas relacionadas con el, como el fusilamiento de Dorrego y la gobernación de Buenos Aires. Uno de los errores que cometió Lavalle fue ser el ejecutor de Dorrego. Como general fue excelente pero cometió un grave error histórico.

Bibliografía:
http://es.wikipedia.org/
Enciclopedia estudiantil Argentina, Santillana

Índice:
Desarrollo:
1. Juan Lavalle:
2. Sus orígenes
3. Su acción como hombre político y militar
4. Partícipe de la guerra con Brasil
5. Fusilamiento de Dorrego
6. Gobernador Electo
7. Hacia Una Constitución Federal
8. Nace una liga unitaria
9. Un Drama Comienza
10. El Gran Crimen
11. Gobernación de Buenos Aires

Manuel Dorrego por Aldaz, Ramírez y Fernández

Trabajo practico Nº 1

Materia: Historia

Nombre del profesor: Ramón Cieri

Colegio: Instituto D-88 San Vicente de Paúl

Fecha de entrega: 6 de mayo

Integrantes: Aldaz Melina,
Fernandez Micaela,
Ramirez Natalia



Índice: Pagina 1 •indice

Pagina 2 •biografia de Manuel Dorrego. Carrera Militar en argentina

Pagina 3 • pensamiento político; primer Gobierno

Pagina 4 • Acuerdo de paz con Brasil

Pagina 5 •Conclucion

Manuel Dorrego
Político y militar argentino (Buenos Aires, 1787 - Navarro, 1828). Cursó estudios en el Real Colegio de San Carlos, continuándolos en Santiago de Chile donde participó en el movimiento revolucionario y emancipador de 1810. Este mismo año llegó a Buenos Aires y fue destinado al ejército del Alto Perú. Combatió en Suipacha, en Nazareno, en Tucumán y en Salta (junto a Manuel Belgrano) demostrando su valentía y carisma al mando de la infantería. Por indisciplina fue separado de la milicia para ser reincorporado poco después. En 1814 pasó al ejército que operaba en la Banda Oriental, y participó en la batalla de Guayabos frente a las fuerzas de Artigas. Uno de los principales referentes del federalismo rioplatense de la primera mitad del siglo XIX y el primer gobernador asesinado en el Río de la Plata.
De regreso a Buenos Aires se dedicó al periodismo y se opuso a la política del Director Supremo Juan Martín de Pueyrredón por lo que fue desterrado en 1816. Residió en las Antillas y en EE UU, en donde se sintió atraído por las bondades de un régimen democrático y federal. Regresó al país en 1820 y asumió la gobernación de la provincia de Buenos Aires durante un breve periodo. Viajó luego a Bolivia para regresar en 1823.
Ese año fue nombrado miembro de la legislatura y luego del Congreso Nacional donde defendió la causa del federalismo. Su oratoria y su estilo fogoso lo convirtieron en el ídolo de la plebe urbana de Buenos Aires y en la principal figura del Partido Federal porteño. El 3 de agosto de 1827 fue elegido nuevamente como gobernador y capitán general de la provincia de Buenos Aires y encargado del Poder Ejecutivo Nacional. Firmó la paz con Brasil sobre la base de la independencia de Uruguay.
Carrera militar en Argentina
Al estallar la Revolución de Mayo se encontraba en Chile, donde participó en la represión de una reacción realista, y desde donde regresó con refuerzos para la guerra de la Independencia.
Se destacó como militar al enrolarse en el Ejército del Norte, teniendo protagonismo en los combates de Sansana y Nazareno, y luego fue dirigido por Manuel Belgrano, llegando al grado de coronel.
Participó como jefe de la infantería de reserva en la batalla de Tucumán y en la batalla de Salta fue uno de los primeros jefes en llegar al centro de la ciudad. Pese a que Belgrano le reconocía valor y capacidad, tuvo problemas por su indisciplina. Eso lo privó de participar en las dos últimas batallas de la campaña al Alto Perú. Belgrano mismo comentaría que no hubiera perdido estas dos batallas si hubiera contado con Dorrego.
Volvió a incorporarse al Ejército después de la derrota, para apoyar la retirada del mismo al mando de partidas de guerrilleros gauchos. Pero el nuevo jefe, San Martín, lo sancionó por haber faltado el respeto a Belgrano, lo que le valió un retraso en su ascenso militar y no participar tampoco en la tercera campaña al Alto Perú.
Al iniciarse abiertamente el conflicto entre federales y unitarios, se encontró a las órdenes del Directorio (unitario) luchando contra los caudillos federales, derrotando inicialmente a Fernando Otorgués en la acción de Marmarajá el 14 de octubre de 1814, aunque luego fue derrotado por el entonces lugarteniente de Otorgués: Rivera en Guayabos, el 10 de enero de 1815.

Pensamiento Político
La participación en el conflicto que afectaba a las Provincias Unidas del Río de la Plata, sin embargo, lo hizo ir acercándose al ideario de José Gervasio Artigas. Se pronunció por el federalismo (algo hasta ese momento inusitado en Buenos Aires), buscando la autonomía de Buenos Aires en igualdad de condiciones que las demás provincias. Sus ideas federales eran un tanto ambiguas. Dirigió un grupo opositor al Directorio, en el que figuraban también Manuel Moreno, Pedro José Agrelo, Domingo French, Vicente Pazos Kanki, Manuel Pagola y Feliciano Chiclana. Apoyaba la posición republicana en contra de las pretensiones de los directorales de llamar a un príncipe europeo para coronarlo rey. Por otro lado, se opuso a la política del Director Juan Martín de Pueyrredón de acercarse a Portugal para atacar juntos a los federales de la Banda Oriental. Por ello fue arrestado y expulsado por el Director.
Fue condenado al destierro en Santo Domingo, una colonia española. En el viaje fue liberado, el capitán se dedicó a la piratería, y estuvo a punto de ser condenado a muerte por eso. Logró llegar a Baltimore, en los Estados Unidos, donde pronto se le unieron los demás miembros de su partido, expulsados también por Pueyrredón. Allí conoció el federalismo en acción: leyó los periódicos e incluso editó uno en castellano. Se entrevistó con varios políticos, y quedó convencido de su posición republicana y federal.
Primer gobierno
Regresó a Buenos Aires en abril de 1820, tras enterarse de la caída del Directorio, en medio de la llamada anarquía del año 20. Fue rehabilitado y recibió el mando de un batallón. Cuando el gobernador Miguel Estanislao Soler fue derrotado por Estanislao López en la batalla de Cañada de la Cruz, tomó el control de los ejércitos de la capital y fue nombrado gobernador el 29 de junio. Salió a campaña a perseguir a López y sus aliados, José Miguel Carrera y Carlos María de Alvear, a quienes derrotó en San Nicolás de los Arroyos. Después invadió la provincia de Santa Fe y derrotó a López en una pequeña batalla en Pavón. Pocos días después, fue derrotado completamente en la Batalla de Gamonal.
El 20 de septiembre fue depuesto en ausencia por la legislatura, que nombró en su lugar a Martín Rodríguez. Desde el frente se retiró a su quinta en San Isidro. Fue deportado brevemente en octubre de 1821 a la Banda Oriental.
De regreso ayudó a aplastar la "revolución de los Apostólicos", dirigida por Gregorio García de Tagle, a quien logró capturar; pero lo dejó huir. Acto notable, porque Tagle era el ministro que había firmado su destierro y prácticamente su condena a muerte junto a Pueyrredón en 1816.
Dorrego era propenso a ganarse enemigos, y la lucha periodística en que se vio enredado desde el comienzo de su gobierno con el partido unitario derrotado llevaron los ánimos a un enfrentamiento apenas latente. Los unitarios esperaron su oportunidad, y ésta llegó con el ejército que había combatido contra el Brasil, cuyos oficiales estaban abiertamente descontentos con el tratado de paz.
Dorrego estaba sencillamente indefenso: a la luz del día se tramaba una conspiración para derrocarlo. Cuando le dijeron que Lavalle (antiguo compañero de armas en el Ejército y a quien Dorrego había recomendado en su momento para un ascenso) estaba a punto de atacarlo, no quiso creerlo. El 1ro de diciembre, sin embargo, Lavalle se puso al frente de una revolución y lo derrocó. Ese sería el primer golpe militar a un gobierno legítimamente elegido por el pueblo en la Argentina.
Mientras Dorrego se retiraba al sur de la provincia, los unitarios celebraron una "elección" (en la que sólo participaron ellos) que nombró gobernador a Lavalle. Para darse una idea de cuánta gente votó y con qué garantías, basta decir que se hizo a viva voz en el atrio de una iglesia, custodiada por el regimiento de Lavalle. La legislatura fue disuelta, y los unitarios celebraron que los sirvientes “volverán a la cocina”.
Apoyado por el coronel Juan Manuel de Rosas, el gobernador pidió ayuda a los demás gobiernos provinciales y se dirigió a Navarro. Imprudentemente, esperó allí a Lavalle y sus hombres, por los que fue fácilmente vencido en la batalla de Navarro. Huyó hacia el norte, buscando la protección de Ángel Pacheco, pero fue arrestado por Bernardino Escribano y Mariano Acha y entregado a Lavalle.
Acuerdo de Paz con Brasil
La Guerra del Brasil fue un conflicto armado que tuvo lugar en la década de 1820 entre las Provincias Unidas del Río de la Plata, que recientemente se habían emancipado de España, y el Imperio del Brasil, por la posesión de los territorios que corresponden a la actual República Oriental del Uruguay y parte del actual estado brasileño de Río Grande del Sur.
En 1816 numerosas y bien pertrechadas fuerzas del Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarve comenzaron la invasión lusobrasileña de la Provincia Oriental y de la casi totalidad de Misiones, así como practicaban incursiones en las provincias de Corrientes y Entre Ríos.En 1821 la entonces llamada Provincia Oriental del Río de la Plata, actual Uruguay y ex Banda Oriental, fue anexada al Brasil por Portugal con el nombre de Provincia Cisplatina tras ser derrotado José Gervasio de Artigas en la Batalla de Tacuarembó (1820). Cinco años después, en 1825, y con el apoyo del gobierno argentino, un grupo de orientales y de otras provincias, llamados los Treinta y Tres Orientales y liderados por Juan Antonio Lavalleja, ingresó en la Provincia Oriental para desalojar a los ocupantes brasileños. A ellos se sumó oportunamente (tras haber servido a los brasileros) Fructuoso Rivera y en pocos meses logran retirar al ejército brasilero. El 25 de agosto de 1825, en el Congreso de Florida, se declaró la independencia del territorio oriental, y su voluntad de formar parte de las Provincias Unidas del Río de la Plata (actual Argentina). Pese a que al comienzo las fuerzas imperiales eran mayores a las rioplatenses, las Provincias Unidas lograron derrotar a Brasil luego de una lucha de tres años por tierra y mar; la batalla decisiva fue la de Ituzaingó. Sin embargo, los problemas económicos, provocados por el bloqueo de la Armada de Brasil al puerto de Buenos Aires obligaron a aceptar reclamos brasileños por lo que finalmente, Bernardino Rivadavia envió al ministro Manuel José García a gestionar la paz; sin embargo, García firmó un tratado que luego sería conocido como el “tratado deshonroso” , ya que reconocía la soberanía del Imperio sobre la Provincia Oriental y se comprometía a pagarle a Brasil una indemnización de guerra. El presidente Rivadavia rechazó el convenio y posteriormente presentaría su renuncia. El conflicto continuó hasta el 28 de agosto de 1828, cuando durante el gobierno de Manuel Dorrego se llegó a una Convención Preliminar de Paz, donde se disponía la independencia de la Provincia Oriental y el cese de las hostilidades.




Conclusión:

Político militar argentino (buenos aires, 1787 navarro, 1828).curso estudios en el colegio san carlós participo en el movimiento revolucionario y emancipador de 1810.este año fue nombrado miembro de la legislatura y luego del congreso nacional donde defendió la causa del federalismo.
Al estallar la revolución de mayo se encontraba reacción realista.
Participo como jefe de la infantería de reserva en la batalla de salta fue unos de los primeros jefes en llegar al centro de la ciudad.
El 20 de septiembre fue de puesto en ausencia por la legislatura, qué nombro en su lugar a Martin rodríguez.
La guerra de Brasil fue un conflicto armado que tuvo lugar en la década de 1820 entre las provincias unidas del rio de la plata.
En 1821 la entonces llamada provincia oriental del rio de la plata, actual Uruguay y ex banda oriental, fue anexada al Brasil por Portugal con el nombre de la provincia cisplatina tras ser derrotada José Gervasio de artigas en la batalla de Tacuarembó (1820)